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Los derechos del niño

Publicado por Hilda

Los derechos del niñoUn niño es un ser humano en etapa de desarrollo físico y psicológico, que aún no ha alcanzado la madurez suficiente para encarar por sí solo los actos de la vida. Es sujeto de derecho, teniendo plena capacidad jurídica, pero actúa a través de sus representantes legales, padres o tutores.

Actualmente, nadie duda de que los niños deben ser objeto de protección, pero la historia humana muestra lo contrario. En la antigüedad, salvo pueblos como Atenas o la India, donde los niños eran cuidados y resguardados (hoy la India es noticia por las violaciones a los derechos de las niñas, que son abandonadas y descuidadas, habiendo cada vez menos población femenina) en el resto de las civilizaciones eran objeto del trato que quisieran darle los adultos, y en algunos casos sometidos a entrenamientos militares sumamente rigurosos, para prepararlos en la defensa del estado, como ocurrió en Esparta. El niño no tenía características propias, era solo un adulto pequeño.

Fue incluso permitido y hasta obligatorio el infanticidio de niños con defectos físicos, que no podían cumplir la misión de utilidad social. La ley de las XII Tablas romana, por ejemplo, obligaba a los padres a matar a sus hijos deformes o monstruosos.

Con la Revolución Industrial, ya en el siglo XVIII, vemos como niños pequeños son utilizados para el trabajo en las minas, por su tamaño reducido, que les permitía acceder a lugares más profundos, y por lo tanto, mucho más peligrosos.

En la Segunda Guerra Mundial, cantidades de niños judíos fueron enviados a las cámaras de gas, por el solo hecho de no pertenecer a la raza aria, y hoy en día, si bien se ha progresado mucho, aún queda bastante por hacer atento a que las más graves violaciones contra ellos, suceden en el seno mismo del hogar, lugar al que al estado le es difícil ingresar para su control, por el derecho de intimidad familiar.

Son un grupo de gran vulnerabilidad, ya que los adultos destinados a su protección y cuidado, no siempre lo hacen de tal modo, y ellos están en situación de inferioridad, pues necesitan ser representados en muchos casos para actuar, o porque aún permitiéndoseles denunciarlos, temen a las represalias, ya que dependen de los adultos para satisfacer sus necesidades, al no poseer medios propios de subsistencia, ni capacidad para administrar sus vidas y sus bienes.

Atento a estas condiciones particulares se dictó en Ginebra, en el año 1924 una Declaración que ponía como obligación del estado ocuparse de los niños brindándoles una protección especial.

En 1954, la Organización de las Naciones Unidas, aprobó a través de la Asamblea General, la Declaración de los Derechos del Niño, que no tenía carácter vinculante, o sea, eran meras recomendaciones generales a los estados miembros, que no estaban obligados a cumplir.

Fue recién en 1989, cuando la Convención sobre los Derechos del Niño, dictada también por la Asamblea General de la ONU, se impuso a los estados con carácter de obligatoriedad, imponiendo a las familias, a la comunidad toda y al estado el deber de proteger a la infancia.