Nuevas formas de trabajo
Junto con los nuevos modelos de producción, el avance tecnológico y la búsqueda de la máxima eficiencia y competitividad, van surgiendo formas nuevas de desempeñar el trabajo humano, que exigen a su vez una amplia adaptabilidad a los cambios por parte del trabajador, y deja muchas veces fuera del mundo laboral a trabajadores menos jóvenes, a los que les cuesta el manejo de nuevas tecnologías. Requiere una formación especial en manejo medios tecnológicos, responsabilidad en el manejo del tiempo y capacidad de ejercer su labor sin la presencia constante de superiores jerárquicos, a quienes poder consultar.
El surgimiento de Internet fue revolucionario en este sentido, tanto en la búsqueda de empleos como en el trabajo que se desenvuelve desde los propios hogares, o lugares escogidos por el trabajador con acceso a la red, ahorrando costos de traslado para el empleado, disponibilidad más óptima de su tiempo, brindándole más libertad y autonomía, según sus posibilidades, incremento de horas destinadas a la vida familiar, la posibilidad de desplazamiento hacia cualquier lugar en el interior del país o hacia el exterior, mientras disponga de algún instrumento para comunicarse virtualmente; y de ahorro de instalación de lugares y equipamiento por parte del empleador.
Entre estas nuevas formas, ya consolidadas en los países desarrollados como los de América Anglosajona y en menor medida por Europa (donde se destacan Gran Bretaña y Alemania) se incluyen el trabajo virtual, antes mencionado; y el tele-trabajo, donde las personas están interconectadas entre sí por medios electrónicos para operar o procesar algún servicio.
La tecnología también ha contribuido a sustituir directamente la mano de obra asalariada humana, como ocurre por ejemplo en el caso de los cajeros automáticos.
