Derecho
Inicio Derecho penal Delitos de abogados

Delitos de abogados

Publicado por Hilda

Los abogados son colaboradores en la administración de justicia, por lo cual este bien jurídico puede resultar vulnerado cuando el abogado utiliza medios ilegítimos para defender a su cliente, al cual si bien debe tratar de que resulte favorecido en la sentencia, nunca a costa de engaños, falsedades o dilaciones inmotivadas. También puede delinquir, actuando contra la justicia que debe imperar en los procesos judiciales, si intencionalmente perjudica los intereses de su defendido.

En la mayoría de los códigos penales resultan estas conductas punibles bajo la figura del prevaricato, como sucede en Argentina o Uruguay. En Argentina, el artículo 271 del Código Penal impone multa e inhabilitación especial al abogado que se constituya en defensor de dos partes que tengan intereses opuestos, añadiendo que también se aplica al que de cualquier otro modo, perjudique en forma intencional la causa que estuviera a su cargo. Como vemos es una figura abierta dejando a la libre interpretación judicial lo que pueda entenderse como “cualquier otro modo”.

El Código Penal uruguayo, en sus artículos 194 y ss., castiga con multa e inhabilitación al abogado que perjudique a su cliente estableciendo algunas situaciones como agravantes: que por acuerdo con la contraparte el cliente fuera encontrado culpable y que se trate de un proceso criminal. También castiga al abogado que ayude a la parte contraria.

Como “Delitos de abogados, patronos y litigantes, titula a estos delitos el artículo 231 del Código Federal de México. Las penas previstas son dos a seis años de prisión, multa, de cien a trescientos días, e inhabilitación profesional. Conforman la figura delictiva: alegar intencionalmente (se exige dolo) leyes no existentes o ya derogadas, o hechos falsos. Dilatar el proceso pidiendo términos o promoviendo recursos innecesarios. Utilizar intencionalmente documentos o testigos falsos. Simular actos jurídicos y alterar pruebas para presentarlo en juicio, para burlar la ley.