Burocracia política
La aparición de la burocracia, se asocia al surgimiento de los Estados de la modernidad, aunque ya existían en el mundo antiguo, como los escribas en Egipto. En la Edad Moderna comprendió el grupo de funcionarios que trabajaban bajo las órdenes del monarca absoluto, cumpliendo funciones gubernamentales. Los cargos más elevados se reservaban a los nobles; mientras los inferiores, como eran objeto de venta, eran ocupados por los burgueses ricos.
En su etimología, remite al vocablo francés “burocratic” que a su vez deriva de “bureau” que se traduce como oficina o escritorio, y del griego “kratos”= poder.
El burócrata ejerce una función administrativa remunerada con recursos del Estado, conformando un grupo social formal, dentro de la clase media, regido por leyes. El desempeño de esos cargos se constituye en su carrera, pues puede ascender jerárquicamente en los puestos que ocupa. Éstos pueden requerir formación técnica especializada. La elección de sus miembros es impersonal, de acuerdo a sus méritos y títulos. Son un instrumento para la eficacia de las acciones del poder, que se desarrolla secretamente, sobre todo para resguardar información de orden público, y preservar la intimidad de los habitantes.
La burocracia, en su esencia, tiene un carácter racional y sistemático, y se basa en la lógica de la eficiencia. El objetivo principal de la burocracia es la optimización de los recursos y la maximización de los resultados. Para lograr esto, la burocracia se organiza en una estructura jerárquica, donde cada nivel tiene responsabilidades y autoridad claramente definidas.
Sin embargo, la burocracia también tiene sus desafíos y críticas. Uno de los principales problemas es la rigidez y la falta de flexibilidad. Las reglas y procedimientos burocráticos pueden ser tan rígidos que pueden obstaculizar la innovación y la adaptabilidad. Además, la burocracia puede ser ineficiente debido a la redundancia y la duplicación de esfuerzos.
Otra crítica común a la burocracia es que puede ser impersonal y deshumanizante. Los burócratas pueden estar tan enfocados en seguir las reglas y procedimientos que pueden ignorar las necesidades y preocupaciones individuales. Además, la burocracia puede ser propensa a la corrupción y al abuso de poder. Los burócratas pueden utilizar su posición y autoridad para beneficio personal en lugar de servir al interés público.
Existe entre sus miembros, división del trabajo por funciones controladas, y responsabilidad por su ejercicio. La burocracia no es un poder del Estado, pero sin embargo tiene poder objetivo, pero absolutamente reglamentado.
Si bien el gobierno precisa de la administración pública y ésta a su vez de la burocracia, en sentido peyorativo se identifica a la burocracia con rutina y trámites interminables, sin ningún sentido aparente, retrasando injustificadamente decisiones políticas. Sin embargo, es importante recordar que la burocracia, a pesar de sus defectos, juega un papel crucial en la administración y gestión de los asuntos del Estado.