Dictaduras, autoritarismos y totalitarismos
El autoritarismo es común en las formas de gobierno no democráticas entre las cuales una de ellas es la dictadura (otras son los gobiernos teocráticos donde la figura del gobernante está divinizada, propia de los sistemas de gobierno de la antigüedad; las monarquías absolutas de la Edad Moderna, con un poder enorme dado por Dios, y la tiranía).
Loa autoritarismos no se basan como la democracia en el respeto a las libertades de los ciudadanos. Es justamente esa la característica común de los autoritarismos. Sin embargo a pesar de que la autoridad es ejercida en forma excesiva coartando derechos, el Estado aún preserva los derechos elementales que hacen que la existencia de las personas que se adaptan al sistema y no protestan, sea mínimamente digna. Son ejemplos de dictaduras donde primó el autoritarismo las que padeció América Latina en la década de 1970.
En las dictaduras, una de las formas comunes que en la actualidad toma el autoritarismo, el poder se concentra en una sola figura gobernante, sea unipersonal o colegiada (por ejemplo un partido único) que gobierna a su antojo, sin leyes u otros poderes que le pongan freno, excluyendo a la ciudadanía de toda participación política, exigiendo adhesión al régimen o al menos no oposición. Si la hubiera, la autoridad del Estado reprime violentamente toda forma de manifestación contraria. Pero, sin embargo, muchas libertades aún se respetan, y se trata de que la gente se sienta cómoda dentro del sistema, para poder seguir manipulándola más fácilmente, distrayéndola con espectáculos, promesas y mensajes de optimismo que tratan de ocultar la represión hacia las ideas contrarias a la política dominante. Eso sucedió por ejemplo en la Argentina durante la brutal persecución y asesinato de las personas de ideas de izquierda, en la dictadura que se extendió entre 1976 y 1983, organizándose partidos de fútbol y hasta hubo un frustrado y sangriento intento de reconquistar las Islas Malvinas.
Cuando el autoritarismo es extremo y vasalla de tal modo a las personas que no les deja ningún margen para el desarrollo de sus vidas y les restringe el pensamiento hasta hacerlo idéntico a la ideología del régimen, entrando en todos los aspectos de su existencia, para hacerlos modelos o títeres del sistema, sin aceptarse disidencias, en cuyo caso se las suprime violentamente, ya no hablamos de dictaduras sino de totalitarismos. Son ejemplos de regimenes totalitarios el fascismo, el nazismo y el estalinismo.
Las dictaduras y los totalitarismos se engloban en el concepto de autocracia.