oclocracia
La palabra oclocracia, procede del griego ὀχλοκρατία, léase “ochlokratía”, donde “ochlo” es “muchedumbre” y “kratos” es poder, y que puede traducirse como “gobierno de la muchedumbre”, es aquella forma de gobierno, donde el poder que nació como legítimo, representando a las mayorías, luego es detentado por una masa poblacional irracional y viciosa, que se manifiesta en acciones violentas e ilegales.
El vocablo fue acuñado por el historiador griego Polibio (200-118 antes de Cristo) siendo el equivalente de la forma impura de gobierno, que Aristóteles llamó demagogia, que era la deformación de la forma pura de gobierno, llamada democracia, donde el gobierno ejercido por muchos, ya no ejerce su poder para el bien de todos, sino solo para ellos, ganándose el favor del pueblo ignorante, alimentando sus peores miedos ante el cambio político, dominando la oratoria y las técnicas de manipulación de masas, y haciéndoles regalos y prebendas; todo para obtener legitimidad, que el pueblo les da, a cambio de quedarse con las migajas del saqueo al erario público, que les entrega el gobierno vicioso. Aristóteles sostenía que era una corrupción del gobierno republicano.
Polibio, es precursor de la teoría de la anaciclosis, donde asegura que los regímenes políticos se suceden cíclicamente en seis etapas sucesivas, alternándose una forma correcta, a la que Aristóteles llamaba pura, con una incorrecta, o impura según la terminología aristotélica, surgiendo nuevamente una pura que intenta superar la crisis: la primera es el gobierno de uno, la monarquía, que termina respondiendo solo a sus intereses personales para convertirse en tiranía. ante esta situación, surge la aristocracia, donde la elite, los mejores, son los que toman el poder para el bien general, pero al cabo de un tiempo, lo hacen solo para ese pequeño grupo, convirtiéndose en oligarquía. Es así como el conjunto mayoritario de la población integrado por los más pobres y oprimidos, toma el poder, conformando la democracia, que se transforma en oclocracia, el peor de los sistemas, del que solo podrá rescatarlo un hombre fuerte y justo que retomará el poder monárquico, reiniciándose los ciclos, infinitamente.
El gobierno del pueblo, que es por definición la democracia, en la oclocracia se transforma en la voluntad de lo peor de la ciudadanía, lo que vulgar y despectivamente es denominado “populacho”.
El filósofo iluminista francés, Rousseau, en su “Contrato Social” dice que una República legítima debe erigirse bajo el principio de la soberanía popular, siendo el Estado, resultante del pacto social, una persona colectiva soberana. que en la oclocracia se desvirtúa, pues las voluntades particulares se imponen a la voluntad general, que cede ante ellas.