Honestiores y humiliores
La sociedad romana, desde los inicios de su historia, estableció una estratificación social, que fue variando en su conformación; pero que se mantuvo inexorablemente. La tradicional diferencia fue entre patricios y plebeyos, que se estableció desde la creación misma del Estado romano, siendo los patricios, descendientes de los “patres” o fundadores de Roma, y los plebeyos, los que más tarde se incorporaron a la “civitas”, al principio con muy escasos derechos, los que fueron paulatinamente conquistando, especialmente, desde que decidieron realizar la secesión en el monte sacro (494 a. C).
A fines de la República, la lucha entre optimates (los mejores) y los populares, parte de la población empobrecida y con dificultad de acceso a la tierra, puso fin a las instituciones republicanas y abrió camino, tras cónsules y dictadores que se encaramaban en el mando, a la concentración del poder en la figura del emperador.
Durante el Imperio, y bajo el reinado de Augusto, la crisis social fue controlada, pero ya desde la dinastía de los Antoninos y más especialmente, de los Severos, el pueblo romano aparecía dividido en dos clases diferenciadas por sus ingresos y el acceso a los cargos públicos: Por un lado, los honestiores (los más honestos u honrados, honorables por nacimiento o por los cargos que ocupaban, muy unidos al poder económico) que estaba integrada por aquellos ciudadanos que pertenecían al orden ecuestre y senatorial, debiendo los primeros tener un capital de al menos cuatro mil sestercios, y los segundos, de al menos un millón; y por el otro, los humiliores (los pobres o humildes) categoría integrada por el resto de los ciudadanos dedicados a tareas humildes: campesinos, artesanos, jornaleros clero inferior y desposeídos de tierras. Una posición intermedia, la constituían una clase media de propietarios medianos y comerciantes.
Lejos de ir borrándose estas diferencias durante el Bajo Imperio (a partir del mandato del emperador Diocleciano, en el año 284) se hicieron más rígidas, aplicándose especialmente en el Imperio Occidental, antes y después de su caída en poder de los pueblos bárbaros. Constituyeron poco a poco, un sistema rígido de castas profesionales, dondfe se heredaban las profesiones y oficios.
Entre los honestiores había sub clases, como las de los nobilissimi (emperadores), los clarissimi (senadores) los perfectissimi (oficiales ecuestres superiores) y curiales (magistrados y decuriones). Los humiliores también se dividían en grupos, pero sin jerarquizar, estando nucleados por oficios, en colegios y corporaciones.
Pertenecer a una u otra clase, significaba tener regímenes penales distintos, siendo especialmente sometidos a torturas, los humiliores, para obtener una confesión o como castigo, aunque también los honestiores podían ser víctimas de ellas, en casos específicos, por ejemplo, si fueran acusados de traición.