Lex Hortensia
En el Derecho Romano se conocieron dos leyes bajo este nombre. Una del año 287 a. C que confirmó las disposiciones de la Ley Valeria Horatia que otorgaba fuerza de ley a los plebiscitos, y de otra ley Publilia, de semejante tenor, aunque se cree que estas dos leyes requerían para obligar, la aprobación senatorial, previa o posterior, requisito que la Lex Hortensia suprimió.
La Lex Hortensia, fue sancionada por el dictador Quintus Hortensius. Los plebiscitos pueden definirse como lo que la plebe ordena y establece. Eran las decisiones que tomaban los concilios de la plebe interrogados por un tribuno. Si fuera el pueblo el que ordena y establece se trataría de una ley (ley rogata).
Como los patricios no integraban la plebe pero sí el populus, ellos consideraban según consta en las Institutas de Gayo, que las disposiciones contenidas en los plebiscitos no los obligaban, y sólo reconocían la autoridad de las leyes comiciales.
Desde la ley Hortensia los plebiscitos tuvieron la misma fuerza obligatoria que las leyes comprendiendo tanto a patricios como a plebeyos, contribuyendo a equiparar los derechos y deberes de los plebeyos cuyos reclamos fueron tan largamente postergados; a los de los patricios.
A partir de entonces todas fueron leyes (las leyes rogatas aprobadas en los comicios por centurias, y los plebiscitos). Los plebiscitos fueron mucho más numerosos y se convirtieron en gran fuente de Derecho, especialmente en la regulación del Derecho Privado, tomando la denominación de ley. Así las leyes Aquilia, Voconia, Icilia y Cincia, fueron en realidad plebiscitos.
Otra Ley Hortensia fue la que declaró que los días de mercado no eran aptos para las reuniones comiciales.