Derechos humanos universales
Los derechos humanos universales son aquellos que tienen todas las personas por su sola condición de humanos otorgados por la naturaleza y que las leyes positivas deben respetar, aunque la historia de la humanidad muestra que fue recién a partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 que cobraron vigencia en casi todo el mundo, pues si bien son inherentes a la persona humana, también el hombre puede violarlos aún desde el Estado, legislando arbitrariamente o desconociendo estos derechos a los ciudadanos amparados por el poder que detentan sus funcionarios que monopolizan la fuerza para prevenir o reprimir delitos, y que en ocasiones pueden actuar fuera de los límites legales y en forma terrible, tal como ocurrió durante el nazismo, que motivó la creación de la ONU y esta declaración.
Los derechos humanos fundamentales, a la vida, a la igualdad, a la libertad, a la seguridad, al respeto a los bienes personales, a la vida privada, a circular libremente, al reconocimiento como persona, a casarse, a educarse, a pensar y expresarse en forma libre, a elegir una religión, a trabajar, a reunirse, a afiliarse a un sindicato o no hacerlo, a descansar, a no ser sometido a servidumbre, a torturas, a no ser detenido arbitrariamente. Estos derechos fundamentales están contenidos en los textos constitucionales de cada Estado y en Tratados Internacionales, y son universales pues incumben a todas las personas sin distinción de edad, sexo, nacionalidad, ideas políticas, raza o religión.
Los derechos humanos pueden restringirse excepcionalmente durante ciertos períodos de grave crisis y hasta que esta se supere, mediante la declaración de estado de sitio. Además el uso y goce de los derechos encuentra como límite el derecho de terceros, la moral y las buenas costrumbres.