La función social del Derecho
El Derecho es una ciencia eminentemente social, que nació y perdura en el tiempo pues toda sociedad que desee vivir de modo armónico necesita reglas.
El fin del Derecho es la justicia, y la defensa de la vida, la libertad y la dignidad humanas, además de la propiedad privada en los países capitalistas; y lo que debe hacer el Derecho para lograr dichos fines, es la función.
La función social del derecho es de estudio conjunto entre la Ciencia del Derecho y la Sociología Jurídica.
La convivencia genera conflictos, y aun los partidarios de estados liberales, donde el ciudadano debe restringir los derechos que cede a sus gobernantes, como el caso del pensamiento del filósofo inglés John Locke, no discuten que lo que debe resignarse es al derecho de hacer justicia por sí mismos, para salvaguardar la objetividad de la misma, siendo facultad monopólica del Estado el uso de la fuerza para impedir delitos, y para imponer la condena a los responsables tras un juicio justo, siendo esta función la de control social.
Además, el derecho debe asegurar la equidad, otorgando mayores ventajas a quienes menos tienen, si desea crear una sociedad igualitaria.
Debe también brindar seguridad jurídica, para que las personas sepan cómo deben actuar (para lo cual las normas jurídicas deben ser publicadas) para no ser pasibles de condena, y hasta cuando pueden reclamarle algún incumplimiento, para lo que surge el instituto de la prescripción liberatoria.
El Derecho otorga legalidad a los poderes constituidos, elegidos del modo que establecen las Constitución y las leyes, y a sus decisiones ajustadas a ellas.
Por supuesto que no todos los sistemas legales ejercen adecuadamente esta función, ni el fin perseguido es justo en la práctica, pero esto obedece a concepciones erróneas de lo que es justo, que, en ciertas ocasiones, como dijera el sofista Trasímaco “es lo que decide el más fuerte” para su propia conveniencia.
Puede suceder que las normas en un principio justas, hayan dejado de cumplir su función para el fin deseado, porque los cambios sociales hayan hecho surgir un cambio en los valores y desterrado ciertos prejuicios, y se haga necesario que el Derecho se adecue a los nuevos tiempos; y así el Derecho cambia en su contenido, como lo sostuviera Savigny, perteneciente a la Escuela Histórica del Derecho en Alemania, pues el Derecho es producto del espíritu de un pueblo, de sus costumbres y de sus tradiciones, pero el fin y la función siguen vigentes.