Desempleo y subempleo
El concepto de desempleo alude a aquellas personas que se encuentran dentro de la población económicamente activa, aptas para trabajar, y que no encuentran empleo a pesar de estar buscándolo, por lo menos desde hace cinco semanas. En los casos de desempleo las sociedades más desarrolladas otorgan subsidios oficiales, hasta que se remedie la situación. Este problema que afectaba sobre todo a América Latina y otros países subdesarrollados, y en vías de desarrollo, se ha extendido por la crisis financiera, a Estados Unidos, y a los países europeos, especialmente a España y Grecia.
El desempleo se refiere por lo tanto a la falta de trabajo, mientras que el subempleo es la situación en que encuentra el trabajador que a pesar de tener un trabajo el puesto que ocupa no es remunerado de manera suficiente para atender a sus necesidades básicas. Esto puede ocurrir por tener trabajo de pocas horas, o informal, que no contempla el pago del mínimo legal. En otras ocasiones el subempleado recibe esta calificación por haber tenido que aceptar un trabajo de menor calificación que aquel que le hubiera correspondido por sus aptitudes, estudios o formación técnica o profesional.
El empleo precario, que integra el concepto de subempleo, es aquel que no reúne las condiciones que la ley establece para garantizar un trabajo digno, ya sea por ser clandestino, inestable o no reunir las condiciones de salubridad exigidas. El trabajo en negro es una alternativa poco saludable para el desempleo, pues el trabajador se encuentra desprovisto de beneficios sociales.