Atenuantes penales
Se denominan circunstancias atenuantes en el ámbito del Derecho Penal a aquellas particularidades, que se presentan en el caso concreto sometido a análisis, que permiten que el autor del hecho ilícito, si bien es hallado culpable y le será impuesta una pena, vea disminuida su responsabilidad penal.
Las leyes penales prevén para cada figura delictiva una sanción que oscila entre un mínimo y un máximo, por ejemplo cuando en el Código Penal argentino se establece para el homicidio simple una pena de entre 8 y 25 años. Recientemente, el Tribunal oral de Mercedes aplicó a Silvia Luna, quien fue condenada por homicidio simple con dolo eventual, una pena de 10 años de prisión por matar a su amiga de un mazazo, ante el temor de que arruinara su boda si divulgaba un video íntimo de la ahora condenada. Se tomaron como atenuantes la falta de antecedentes penales, su estado emocional y ser amiga de la víctima lo que contribuyó, según el Tribunal, a que su perturbación fuera mayor.
El sujeto condenado es penalmente responsable, cometió el ilícito pero el contexto o las propias cualidades personales del autor hacen que el mismo delito sea considerado de menor gravedad que si no hubieran ocurrido esas condiciones.
Los atenuantes pueden estar indicados para determinadas figuras delictivas específicas o ser generales para todas ellas. La mayoría de los Códigos penales establecen atenuantes generales y además, prevén algunos específicos para ciertos delitos. Hay legislaciones muy restrictivas, como por ejemplo, la de Noruega que solo admite la exención o atenuación de penas en caso de psicosis temporal.
En Argentina como causas generales de atenuación, el artículo 40 habla de circunstancias de cada caso, dejando bastante arbitrio al juzgador, ya que el artículo 41, solo sugiere tomar en cuenta, la naturaleza del hecho, el daño ocasionado, los medios empleados, la edad, la educación, la falta de antecedentes penales, los motivos, la pobreza extrema, los vínculos personales, agregando las circunstancias de tiempo, modo, lugar y ocasión que revelen el grado de peligrosidad.
Un caso especial de atenuación plantea el artículo 41 ter que reduce la condena del partícipe del ilícito, que brinde alguna información relevante, en aquellos casos en que la víctima se hallara privada de libertad, con motivo de encontrarla.
Además de los ejemplos mencionados, existen otras circunstancias atenuantes que pueden ser consideradas en diversos sistemas legales. Entre ellas se encuentran el arrepentimiento espontáneo del autor del delito, la reparación del daño causado antes del juicio, y la colaboración con las autoridades para esclarecer otros delitos o detener a otros responsables. Estas acciones pueden demostrar una actitud positiva por parte del acusado y, por ende, influir en la decisión del juez para reducir la pena.
En algunos países, el estado de salud del acusado también puede ser considerado como una circunstancia atenuante. Por ejemplo, si el autor del delito padece una enfermedad terminal o una condición médica grave, el tribunal puede decidir imponer una pena menor o incluso optar por una medida alternativa a la prisión, como el arresto domiciliario.
Otro factor que puede ser tomado en cuenta es la influencia de sustancias como el alcohol o las drogas en el momento de cometer el delito. Aunque no exime de responsabilidad, el hecho de que el autor estuviera bajo los efectos de estas sustancias puede ser considerado como un atenuante, especialmente si se demuestra que el consumo no fue voluntario o que el individuo tiene un historial de adicción que está tratando de superar.
En el ámbito internacional, el Derecho Penal también contempla atenuantes en casos de delitos cometidos bajo coacción o amenaza. Si se prueba que el autor del delito actuó bajo una presión irresistible o para proteger su vida o la de sus seres queridos, la pena puede ser considerablemente reducida.
Finalmente, es importante mencionar que la aplicación de atenuantes no es automática y depende del criterio del juez, quien debe evaluar todas las circunstancias del caso concreto. La defensa del acusado juega un papel crucial en presentar y argumentar estas circunstancias para lograr una reducción de la pena. La jurisprudencia y los precedentes judiciales también influyen en cómo se interpretan y aplican las atenuantes en cada jurisdicción.
En resumen, las circunstancias atenuantes son un elemento fundamental en el Derecho Penal que permite humanizar la justicia, adaptando la pena a las particularidades del caso y del individuo, buscando un equilibrio entre la sanción y la rehabilitación del condenado.