Juegos ilegales
Los juegos de azar fueron materia de preocupación desde la antigüedad. El astuto Dios griego Hermes, mensajero de los dioses, habría inventado el juego, al decidir cuál de seis mujeres tomaría como esposa, tirando un dado. Sin embargo, las apuestas pecuniarias basadas en la suerte siempre estuvieron mal vistas, y fueron castigadas severamente, tal como ocurrió en las Antiguas Babilonia y Roma, donde sin embargo eran practicados. En el Imperio romano fueron estimulados desde el Estado. Por ejemplo se repartían billetes semejantes a los de lotería actual gratuitamente en el festejo de los saturnales, donde podían ganarse premios. El Estado se arrogó desde estas épocas el control de las apuestas onerosas, siendo fuente de ingresos para el erario público, distinguiéndose así los juegos legales en manos del Estado y cuya recaudación se destinaba a fines sociales, y los ilegales, para provecho de los particulares, que eran severamente castigados.
En la Edad Media, los juegos de azar también estaban presentes, pero eran considerados pecaminosos por la Iglesia. En el Renacimiento, los juegos de azar se popularizaron en las cortes y palacios de los nobles, y se convirtieron en una forma de demostrar la riqueza y el estatus social. A pesar de la popularidad de los juegos de azar, las leyes y regulaciones sobre los mismos han variado ampliamente a lo largo de la historia y en diferentes culturas.
Actualmente, en países como Estados Unidos, los juegos ilegales están incluidos entre los delitos menos graves, y en la mayoría de los países son considerados faltas o contravenciones. En España los juegos ilegales son faltas administrativas que reciben penas pecuniarias muy altas (entre 30.000 y 300.000 euros para los que reciban las apuestas, y de hasta 600 euros para los apostadores).
Son considerados faltas, también en América Latina. En Argentina, sancionar sobre este tema es competencia de cada provincia, como poder delegado, en virtud del sistema de gobierno federal, siendo la recaudación de los juegos legales fuente de ingreso para el tesoro provincial.
La ley 13.470 de la provincia de Buenos Aires, es un ejemplo de regulación legal sobre el tema. Data del año 2006 y tiene como propósito tanto la prevención como la represión de los juegos clandestinos, exceptuándose los que se realicen en casas de familia e intervengan solamente en ellos, familiares e invitados. Incluye penas de multa y de arresto de hasta dos años.
En el mundo moderno, con la llegada de Internet, los juegos de azar han encontrado un nuevo espacio para desarrollarse. Los casinos en línea y las apuestas deportivas en línea han crecido en popularidad, lo que ha llevado a la necesidad de nuevas regulaciones y leyes para controlar estas actividades. Sin embargo, también ha aumentado la incidencia de los juegos ilegales en línea, lo que ha llevado a los gobiernos a tomar medidas para combatir estas actividades. A pesar de los esfuerzos, la lucha contra los juegos ilegales sigue siendo un desafío en muchas partes del mundo.