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La figura del arrepentido

Publicado por Hilda

La figura del arrepentido, llamada en Brasil “delación premiada” resultó ser efectiva en el caso “Petrobras”, y es aceptada además, entre otros países de América Latina, por Perú y Guatemala, y en Europa, por Italia. Llegó a la Argentina en noviembre 2016, luego del escándalo de “los bolsos de José López”, implementándose a través de la ley 27.304, que amplió los casos contemplados con anterioridad en el Código Penal, que solo incluía los delitos de trata de personas, terrorismo, narcotráfico, lavado de dinero y secuestro extorsivo, añadiendo la asociación ilícita, los delitos aduaneros y la corrupción.

El propósito de esta ley es tratar de luchar contra la corrupción, recabando información de quienes participaron en estos delitos, en un acuerdo con la fiscalía (negocian el imputado y su defensor, con el Fiscal) a cambio de una reducción de condena, sin poder pedir la eximición de prisión. Los arrepentidos deben ser parte del proceso y brindar la información durante su sustanciación, y antes de la elevación a juicio oral, denunciando a partícipes a quienes les impondrían de ser comprobadas las acusaciones, su misma pena o mayor. Si le correspondiera al arrepentido la reclusión perpetua no podrá reducirse la condena más de 15 años. Se ha cuestionado la moral de este acuerdo, pues no parece muy digno negociar con delincuentes, siendo un caso de que se justifiquen los medios no del todo éticos, para lograr un fin de bien común, el esclarecimiento de delitos graves, que sin las confesiones del arrepentido pudieran quedar sin castigo.

No cualquier información sirve para acogerse a este beneficio, sino que debe ser trascendente y veraz, siendo un medio para que no se produzca el delito, no se consume, o se esclarezca. Como es posible que alguien trate de obtener esta reducción de condena aportando datos falsos, se prevé para estos casos, el castigo de prisión por un período de entre 4 y 10 años.

En 2018 varios imputados en delitos de corrupción en las obras públicas, afines al gobierno kirchnerista, se acogieron a esta figura, comenzando por el chofer Oscar Centeno, que presentó los famosos “cuadernos de las coimas”.