Confarreatio
Era una forma antigua y solemne de celebrar el matrimonio romano, que ya al decir de Gayo, en su época había dejado casi de existir, salvo para para quienes era una obligación, como en el caso de los sacerdotes mayores, los quirinales y el dios de los sacrificios, que solo podían ser nombrados entre aquellos que hubieran nacido producto de un matrimonio por confarreatio.
De esta forma matrimonial se derivan muchos rituales que se mantienen hasta el presente. (como el vestido de novia, el cortejo nupcial, la torta de bodas, o el alzar el marido a su flamante esposa para transponer el umbral)
Sólo se permitía que hicieran uso de esta forma matrimonial, los patricios. Una vez celebrada, originaba el matrimonio cum manu, que significaba que la mujer dejaba de pertenecer a su familia agnaticia y adorar a sus dioses, para incorporarse a la familia y dioses de su marido.
La confarreatio se iniciaba desde que la mujer salía de su casa, luego de efectuarse la traditio donde la mujer es entregaba a su futuro esposo, para luego ser acompañada por un cortejo (deductio in domu) dirigiéndose a su nuevo hogar (el del esposo). Al llegar, el novio alzaba a la novia por encima del dintel, para que nose enojaran los dioses del umbral, que recibían a una integrante familiar que aún no los había adoptado, para luego celebrar la confarreatio propiamente dicha, ante el agua lustral y el fuego sagarado, donde se ofrendaba al Dios Júpiter un pan de harina de trigo llamado panis farreus, de donde deriva el nombre de confarreatio; se decían palabras solemnes necesitándose 10 testigos y la presencia del Flamen Dialis.
Para disolver un matrimonio celebrado por confarreatio había que realizar formalidades contrarias, la difarreatio, también con la presencia de las mismas personas que en la ceremonia original, el pan de harina, y los rezos, que esta vez consistían en ofensas hacia los dioses del marido para liberarse de ellos.