Obligaciones fiscales
Desde la Antigüedad, y con la creación de los primeros Estados, les fueron establecidas a las personas, impuestos o tributos, para el sostenimiento de la estructura estatal en el cumplimiento de sus diversos fines, políticos, económicos, religiosos o sociales. En el Antiguo Egipto se hacían censos para determinar las cargas impositivas, que consistían en trabajos públicos o en especie. En el Evangelio se habla de los recaudadores de impuestos, los publicanos romanos, abusadores de su poder que arruinaban al pueblo con sus excesos. San Mateo tenía esta profesión pero la dejó para servir a Cristo. Los pueblos vencidos también eran obligados a pagar fuertes tributos.
En el medioevo los vasallos debían tributos a su Señor en forma de servicio militar, tareas domésticas y agrícolas; o entrega de bienes en dinero o en especie, a cambio de tierras, elementos de trabajo y seguridad. La iglesia cobraba sus tributos en forma de diezmo. Los castigos por no cumplir las obligaciones tributarias eran humillantes y drásticos, como la pérdida de libertad, en calabozos ubicados en los propios castillos, y trabajos forzados.
La Revolución Francesa de 1789, tuvo como uno de sus principales objetivos logar la distribución equitativa de los impuestos, que hasta entonces dejaban a la nobleza y al clero, exentos de tales cargas, recayendo en el tercer estado, especialmente en la burguesía, todo el peso tributario.
En la actualidad, la recaudación de impuestos es el medio que el Estado utiliza para sostener su función de garantizar los servicios básicos esenciales y distribuir equitativamente los ingresos, para lo cual basándose en su imperio, grava a los contribuyentes con impuestos, tasas y contribuciones, establecidos legalmente, que deben ser soportados por ellos, cuando sus bienes o actividad, constituyen el hecho imponible, en forma obligatoria.
Es un deber de los habitantes y ciudadanos. Así lo establecen por ejemplo, la Constitución colombiana en su artículo 95, numeral 9, que exige contribuir a financiar al Estado en sus gastos e inversiones, en el marco de la justicia y la equidad; y la Constitución de la Nación Argentina, cuando en su artículo 4 dice que el Tesoro Nacional sirve para solventar los gastos de la nación y se forma entre otros ingresos, con derechos aduaneros, renta de Correos, y otras contribuciones establecidas en forma equitativa por el Poder Legislativo. Específicamente del tema impositivo tratan los códigos fiscales.