Derechos de los discapacitados
Un ser humano discapacitado es aquel que no posee alguna capacidad o aptitud, o la tiene, pero restringida, ya sea por carecer de algún sentido, de algún miembro de su cuerpo o que sus funciones cerebrales se hallen disminuidas o alteradas. Puede tratarse de una discapacidad permanente o transitoria, o también puede tornarse progresiva. Puede ser congénita, o adquirida de modo accidental, o provocada por la acción dolosa de sí misma o de un tercero.
Estas personas son miembros de la sociedad pero que tal vez, aportarán menos que otras al desarrollo productivo de la misma, y que necesitarán de la solidaridad social para incorporarse dignamente a la comunidad a la que pertenecen.
Por suerte, tras una larga lucha que llega aún hasta nuestros días se les han reconocido a estas personas (ciegos, paralíticos, enfermos mentales, etcétera) sus derechos naturales, que poseen por pertenecer a la especie humana y que no son una dádiva sino una protección que redunda en beneficio de todos, ya que nadie está exento de sufrir en su propia persona o en la de sus parientes directos estos flagelos. Más aún, al invertir en estas personas, ellas dejan de ser una carga, para poder valerse por sí mismas y realizar aportes culturales que hubieran sido impensados en otros tiempos, donde eran escondidas por vergüenza, sobre todo los enfermos mentales, o asesinados, al no servir a los fines del Estado.
La discriminación de estas personas significa segregarlas. Si las consideramos diferentes con el objeto de ayudarlos y extraer sus capacidades y potenciarlas, esa discriminación es buena o positiva. Pero si los miramos con lástima, sin hacer nada con respecto a facilitarles su vida cotidiana, y ni nos acercamos a ayudarlos por no “perder nuestro tiempo” eso es discriminación negativa.
La ONU, en el año 1993 aprobó “Las Normes Uniformes sobre Igualdad de Oportunidades para Personas con Discapacidad”, que son guías no obligatorias para que los Estados adopten medidas que permitan incorporar eficazmente y con calidad moral a estos seres humanos a la vida nacional.
Si bien falta mucho por hacer, en julio de 1999, la OEA (Organización de los Estados Americanos) aprobó “La Convención Interamericana para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad”, otorgándoles igualdad de derechos con respecto al resto de las personas, y vedando su discriminación. Se creó además un Comité que se ocupa de monitorear si las Estados miembros cumplen las pautas prefijadas de protección a los discapacitados, y no discriminación. Cada Estado parte, tiene un miembro en dicho Comité.
En Diciembre de 2006 la Asamblea general de las Naciones Unidas aprobó una Convención sobre los derechos de los discapacitados, para que se mejore su trato y se hagan efectivos sus derechos.
Cada país ha establecido diversas formas de ayuda, como la construcción de rampas de acceso a edificios públicos y privados, y a medios de locomoción; la reserva de una cierta cantidad de puestos de trabajo para ellos, pensiones, pases gratis en transportes públicos, etcétera.