Campaña electoral
Los partidos políticos, en una democracia, son los entes encargados de canalizar las distintas ideas políticas, con el fin de alcanzar el ejercicio del poder. Este poder que radica en el pueblo soberano, le es otorgado al partido vencedor, durante las elecciones, para que lo represente durante un período determinado de tiempo, donde el voto de la mayoría, consagrará a sus candidatos.
De ahí que la campaña electoral, realizada en fechas próximas a los actos comiciales, cobra gran relevancia para captar el voto del electorado. En este sentido, es importante destacar que las campañas electorales son una parte fundamental del proceso democrático, ya que permiten a los ciudadanos conocer las propuestas de los diferentes partidos y candidatos, y tomar una decisión informada sobre quién debería gobernar.
Según Adam Przeworski en “Democracia y mercado” los que tienen mayores posibilidades de imponerse son los que poseen mayores recursos”. La propaganda política cumple una función determinante, y para tener acceso a los medios masivos de comunicación se necesitan de los citados recursos y del apoyo de grupos de interés, sobre todo para captar a la masa de indecisos.
En la actualidad, las redes sociales y el internet han adquirido un papel preponderante en las campañas electorales. A través de estas plataformas, los partidos políticos pueden llegar a un público más amplio y diverso, y comunicar sus propuestas de manera más directa y personalizada. Sin embargo, este nuevo escenario también ha traído consigo nuevos desafíos, como la desinformación y las noticias falsas, que pueden influir negativamente en el proceso electoral.
La Ley Orgánica de los Partidos Políticos de la República Argentina impide que empresas del gobierno, o descentralizadas o concesionarias estatales, o gobiernos o empresas extranjeras, realicen donaciones a los partidos políticos. Sin embargo hay sospechas de que esto se hace. Por ejemplo, en el caso de la valija que intentaba ingresar ilegalmente el empresario Guido Antonini Wilson a Buenos Aires con alrededor de 800.000 dólares, proveniente de Caracas, la fiscalía de Miami trata de atribuir que el destino de esos fondos eran para la campaña electoral de la actual presidenta argentina, Cristina Fernández. Anteriormente, también hubo sospecha de que el ex presidente Carlos Menem habría recibido dinero para su campaña de parte de sectores islámicos.
Es por ello que la transparencia en el financiamiento de las campañas electorales es un tema de gran importancia. Los ciudadanos tienen el derecho a saber quiénes son los donantes de los partidos políticos y cómo se utilizan esos fondos. Esto permite evaluar si existen conflictos de interés y garantizar la equidad en el proceso electoral.
Tampoco se permiten donaciones por parte de empresas que se dediquen a juegos de azar, ni de sindicatos, o cuando fueran obligados a hacerlo los dependientes por orden de sus patrones. Tanto donante como donatario de estas donaciones prohibidas, serán sancionados con penas de multa, y las de inhabilitación que correspondieran. Estas sumas ingresarán al Fondo Partidario Permanente. Ese fondo se destinará, entre otras cosas, a asignar una suma de dinero para los partidos políticos reconocidos, a efectos de realizar la campaña, que variará según los votos que hubieran obtenido en las última elecciones.
Muchas veces las empresas y grupos de presión otorgan su ayuda económica a efectos de lograr posteriores privilegios una vez que el partido esté en el poder. Las donaciones, para evitar la corrupción deben estar identificadas, pero los nombres pueden no ser difundidos. También se permiten las colectas populares. Los comprobantes de las donaciones efectuadas deberán conservarse por tres años, pudiendo un mismo interesado hacer donaciones a uno o más partidos.
El medio más utilizado y que llega a más hogares es la televisión, y además, el más caro, al que le sigue la radio. También se usan pasacalles, volantes, avisos y carteles. Sin embargo, en los últimos años, las campañas electorales han evolucionado y han incorporado nuevas estrategias y herramientas, como el marketing digital y el uso de big data para analizar el comportamiento del electorado y adaptar el mensaje político.
La campaña debiera basarse en exponer el futuro plan de gobierno, previo conocimiento de las necesidades del país y sus habitantes, con claros objetivos, pero muchas veces trata de desprestigiar a los restantes candidatos. Este tipo de prácticas, conocidas como campañas negativas, pueden tener un impacto en la percepción de los ciudadanos y en el resultado de las elecciones.
La campaña en Argentina debe realizarse con anterioridad de 60 (sesenta) días a la fecha de efectuarse las elecciones, en el caso de las legislativas, y 90 (noventa) si se trata de elecciones presidenciales. Sin embargo, la publicidad no está autorizada antes de los treinta y dos (32) días de la fecha del sufragio. Cuarenta y ocho horas antes de iniciados los comicios y hasta el momento de cierre, rige la veda electoral.
Los gastos de campaña tienen un monto máximo permitido no pudiendo superar un peso por elector habilitado, considerándose que ningún distrito posee cifra menor a quinientos mil electores. Este límite tiene como objetivo prevenir la influencia indebida de los donantes en la política y garantizar que todos los partidos tengan la oportunidad de competir en igualdad de condiciones.