Libertad y política
El desarrollo de la vida y del pensamiento político, exigen la participación libre y democrática, pues la política sin libertad, entendida como elección sin coacción externa, no podría expresarse como opiniones divergentes sobre los caminos a seguir para el logro de objetivos de justicia social, por lo cual es ineludible la existencia del pluralismo político.
Siendo la política una actividad fundamentalmente práctica para el logro del bien común, la actividad política de los ciudadanos como derecho y como deber, tiene que ser ejercida con libertad, dentro de los límites legales, que aseguren igual derecho para todos.
La libertad se traduce en posibilidad de sufragio y de afiliación política, sin restricciones arbitrarias, como así también la posibilidad de ingreso a los cargos de gobierno. La libertad en el ejercicio de las actividades política supone también la responsabilidad.
La educación para la democracia incluye esta educación para el uso correcto de la libertad. El filósofo griego Aristóteles, proponía se educara a los ciudadanos para una libertad responsable.
Si bien el artículo 22 de la Constitución de la nación argentina, le priva al pueblo deliberar y gobernar por sí mismo, debiendo hacerlos por los representantes elegidos por la mayoría popular, el artículo 37 garantiza que los derechos políticos puedan ser ejercidos con plenitud de acuerdo a las leyes y al principio de soberanía popular. Declara al sufragio, como universal, secreto, obligatorio e igual. Asegura entre varones y mujeres una real igualdad de oportunidades para el acceso a cargos electivos y partidarios. El artículo 38 garantiza la libre actuación de los partidos políticos.