Objetivos de la política económica
En el actual sistema político de estado social de derecho, se hace necesario que el Estado arbitre los medios para intervenir en la economía para brindar mayor seguridad y equidad a las relaciones económicas en el seno de la sociedad y propender al desarrollo económico general. El principal objetivo es lograr un país con altos índices de empleo, alto consumo, mucha inversión productiva, baja inflación, alta competitividad en el mercado externo, tasas de interés accesibles para el crédito, con diferencias económicas no polarizadas entre la población, o por lo menos que todos puedan satisfacer sus necesidades básicas. Estos objetivos pueden clasificarse de corto mediano o largo plazo.
Imponer cargas contributivas a quienes tienen mayores ingresos para redistribuir la riqueza, proteger a la industria local gravando las importaciones, crear fuentes de empleo, estimular la iniciativa privada con préstamos para pequeñas y medianas empresas, estimular el consumo, controlar la inflación, son medidas de política económica para lograr esos objetivos de prosperidad material sin costo social.
Dentro de la política económica hay que distinguir: cuando el Estado aumenta o reduce impuestos está usando instrumentos de política fiscal; cuando regula la circulación de dinero o las tasas de interés, emitiendo moneda o vendiendo divisas, son instrumentos de política monetaria (esto se hace a través del banco Central).
Sin embargo no es tan fácil intervenir la economía pues ésta es muy sensible, y a veces una medida puede generar efectos diversos a los objetivos que nos hemos fijado. Por ejemplo, aumentamos los sueldos para estimular el consumo, pero esto genera inflación al crecer la demanda.