Política y técnica
Una técnica es una disposición apropiada de medios que conducen a un fin, que aparece totalmente separada de la ética y no conforman en su conjunto una ciencia pues carecen de pretensión de universalidad. Las técnicas son amorales, mientras la política está impregnada de valores pues es una actividad encaminada al bien común, y posee el carácter de conocimiento científico.
Sin embargo la relación entre Política y técnica aparece clara cuando pensamos en que los fines morales de la política necesitan técnicas o medios ordenados que la lleven por el camino correcto hacia el objetivo pretendido.
La Política como técnica fue propuesta por Maquiavelo (1469-1527) en su obra “El Príncipe” donde expuso las técnicas que debe emplear un gobernante para lograr eficacia, desvinculando su accionar de la ética.
Los que consideran el enorme rol de la técnica en la política, especialmente a través de la aparición de nuevos medios tecnológicos hacen nacer una identificación entre política y técnica conocida como tecnocracia, con control del poder político sobre el técnico (poder de las máquinas) pero con gran colaboración de los expertos.
Por obra de la tecnología, las técnicas se han sistematizado racionalmente dejando de ser simples recetas de cómo aplicar ciertos saberes. Los que tienen el saber técnico poseen un pasaporte para intervenir en decisiones políticas, para lograr su eficacia.
Así como Platón y Aristóteles proponían como gobernantes a los sabios o prudentes, que eran los que monopolizaban la posibilidad de conocer las justicia; con el avance tecnológico se privilegia el saber hacer, apareciendo los técnicos con gran influencia en la toma de decisiones políticas.