Sui iuris y alieni iuris
Dentro de la familia romana, se distinguen las personas sui iuris (de propio derecho) de las alieni iuris (derecho ajeno). Las primeras son las que poseen, si son hombres, la plena capacidad jurídica, y son los paterfamilias, personas que gozan además, del status libertatis (son libres) y del status civitatis (son ciudadanos romanos). Se logra este status al encontrarse libres de autoridad sobre ellos, ya sea por muerte de sus antecesores varones, por vía masculina, o por haber sido emancipados. Los sui iuris y paterfamilias son cabeza de sus familias y poseen distintas potestas: la patria potestas sobre sus filius (liberis y adoptados), la manus sobre su esposa y nueras, y el mancipium sobre los incorporados en causa mancipi, por venta de su pater o por abandono noxal (quien cometía un delito era entregado en noxa a la víctima si su pater no optara por reparar el daño cometido). El pater era también el dueño de los esclavos sobre los que tenía la dominica potestas, y del patrimonio familiar (dominium).
Las mujeres podían también ser sui iuris por haber muerto el pater, pero nunca serían pater, ya que no podían ser cabeza (iniciar) de una familia. En este caso, de ser las mujeres sui iuris; si eran impúberes estaban bajo la tutela prevista para los menores (igual que los varones) pero cumplidos los 12 años quedaban bajo la tutela perpetua de los agnados mientras no se casaran. En época de Augusto se les otorgó el ius liberorum, que significaba la posibilidad de no tener tutor si se era ingenua con tres hijos o liberta con cuatro.
Los alieni iuris estaban bajo la potestas del pater, cualquiera sea su sexo o edad; podían casarse con su conformidad y si bien los varones púberes podían ejercer cargos públicos, litigar y votar en los comicios, como no tenían patrimonio no podían testar. Todo lo que adquirían ingresaba al patrimonio familiar, cuyo dueño era el pater, lo que se mitigó con la aparición de los peculios, o pequeños patrimonios que pudieron ir adquiriendo los filius, separados del patrimonio familiar.