Asignaciones familiares
Las asignaciones familiares, son producto del rol asistencialista y protector del Estado, nacido con el constitucionalismo social, y son subsidios para auxiliar al jefe de familia, creados por el derecho a la seguridad social, para cubrir la contingencia de cargas de familia, que provocan erogaciones económicas. Son de naturaleza no remuneratoria, pues no nacen como consecuencia de la prestación de servicios laborales, sino para colaborar con las familias, y por lo tanto no sufren deducciones, ni tampoco se las toma en cuenta para el cálculo de aguinaldo o indemnizaciones.
El pago de estas prestaciones surgió de los usos y costumbres antes de constituirse en obligación legal. La Ley de Asignaciones Familiares, número 24.714 sufrió en los últimos años varias modificaciones por decreto.
Actualmente, existe un Sistema Único de Asignaciones familiares (SUAF) a través del cual los empleadores se desligan de abonar esos montos, quedando a cargo de ellos la ANSES, que los paga en forma directa a los trabajadores, que se encentren en relación de dependencia y a los beneficiarios de una ART, por depósito en cuenta bancaria.
El salario familiar es una de las contingencias previstas, de cuyo cobro gozan aquellos trabajadores que perciban más de cien pesos y menos de cuatro mil ochocientos pesos. Se abona por hijo y prenatal hasta los 18 años y sin límite de edad por hijo con discapacidad; en forma mensual. En forma extraordinaria, se abonan las asignaciones por matrimonio, maternidad, nacimiento, adopción, ayuda escolar y ayuda escolar por hijo discapacitado, en este último caso sin tope salarial. La eliminación del tope salarial es un reclamo constante de las organizaciones sindicales.
