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Delitos contra la integridad sexual

Publicado por Hilda

Delitos contra la integridad sexualEl Título III del Libro Segundo del Código Penal argentino era, hasta la reforma de la ley 25.087 promulgada el 7 de mayo de 1999 “Delitos contra la honestidad sexual”. A partir de dicha ley es “Delitos contra la integridad sexual”. El cambio se debió a la opinión adversa de la doctrina que criticaba la palabra honestidad como calificativa del delito, por ser discriinatoria, además del carácter subjetivo de ese adjetivo. En el caso del estupro, por ejemplo se quitó la condición de honesta de la mujer que lo sufre, que sí figuraba en la versión original.

El bien jurídico protegido no es la honestidad en sí, sino la libertad sexual y el pudor. La sexualidad humana es natural e implica que sea posible mantener relaciones con otra/s persona/s con fines de placer y/o reproductivos pero con consentimiento válido (lo que no existe en los menores o discapacitados mentales) de quienes participan en esa actividad.

El capítulo I de este Título era el adulterio, que ya no es más un delito al ser derogado el artículo 118 que lo contemplaba, por la ley 24.453 de 1995.

El capítulo II protege contra el abuso sexual sobre hombre o mujer, que puede ser simple (la víctima debe ser menor de 13 años, o se aprovechare dolosamente el autor de la víctima de cualquier edad, si no tuvo libertad de consentir); gravemente ultrajante (por su duración, la humillación que comportó y circunstancias en que se realizó); con acceso carnal o violación (en principio el autor es de sexo masculino). Estos casos están contemplados en el artículo 119. También en este capítulo se castiga el estupro (art. 120).

El Capítulo III trata de la corrupción de menores aún consintiendo la víctima; o de personas de cualquier edad mediando dolo o abuso de autoridad, la prostitución, la difusión de imágenes privadas y sexuales (pornografía) o cuando se promoviera espectáculos de esa índole o de cualquier modo facilite o promueva la prostitución.

El capítulo IV trata del rapto con fines sexuales y de las nuevas tecnologías que permiten contactar personas para delinquir teniendo como objeto, atentar contra su integridad sexual.