El Poder Constituyente
El Poder Constituyente es el que ejerce el pueblo en un acto soberano, donde el conjunto de la ciudadanía legitima ese acto, en el que expresa su voluntad política. Es el acto constituyente por el cual el pueblo se da una Constitución, como Ley Suprema y Código Político de la Nación, organizando el Estado, por medio del cual surgen los poderes constituidos, o Poderes Constituyentes derivados: el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial, y se reconocen los derechos de sus habitantes.
El sujeto del Poder Constituyente es el pueblo de la Nación, poder que se sustenta en el principio de soberanía popular, nacido de las ideas iluministas que inspiraron la Revolución Francesa de 1789. Emmanuel-Joseph Sieyès (1748-1836) manifestó que una Constitución presupone la existencia de un Poder Constituyente, que para él reside en la Nación.
El poder de crear la Constitución, se extiende al de enmendarla o modificarla. Es un quehacer político no jurídico, por lo cual sólo existe en los estados con Constitución Rígida, en el cual la Constitución no se modifica por el Poder Legislativo, igual que otras leyes.
Es un poder en potencia, objetivo y fundacional, no ordinario, sino extraordinario, puesto que se actualiza cuando es convocado o se convoca, para constituir el Estado formalmente, para organizarlo y ordenarlo.
El Poder Constituyente no crea ni al pueblo ni al Estado, pues éstos ya existen (primero el pueblo y luego el Estado) pero sí los institucionaliza.
El Preámbulo de la Constitución de la nación argentina de 1853 se refiere al poder constituyente cuando en sus inicios reza “Nos los representantes del pueblo… “reunidos en Congreso general Constituyente…”