Plazo de gracia
Podemos hablar del plazo de gracia en el ámbito del Derecho Civil, con respecto a un período de tiempo extra concedido al deudor para el cumplimiento de sus obligaciones o dentro del Derecho Procesal para la presentación de escritos en sede judicial.
Las obligaciones deben indefectiblemente abonarse a su vencimiento. Sólo en situaciones de emergencia económica puede el Estado sancionar leyes que prorroguen los vencimientos de deudas, aunque esta no es la regla general admitida por el Derecho argentino.
El plazo de gracia para el cumplimiento de prestaciones obligacionales, fue admitido por el Derecho Romano, y concedía al Juez la atribución de otorgar al deudor un plazo de gracia para el pago si consideraba que la buena fe y la equidad así lo exigían. Este plazo de gracia fue admitido por el Código Civil francés.
En el derecho procesal, el plazo de gracia es admitido en los escritos judiciales o administrativos, y significa que es válido un escrito presentado en las dos horas siguientes del día hábil posterior al vencimiento del plazo de presentación. Si bien el artículo 155 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación establece que los plazos procesales son perentorios, salvo que hubiera acuerdo de partes para actos procesales específicos, la ley 17.454 (1981) en su artículo 124, estableció este plazo de gracia. La jurisprudencia decidió que por ningún motivo ese plazo de dos horas puede extenderse más, aún en el caso de que en esas dos horas de gracia hubiera existido una fuerza mayor que impidiera la presentación.
En la provincia de Buenos Aires el plazo de gracia fue extendido a cuatro horas del día hábil siguiente a su vencimiento por la ley 13.708 del año 2007.
Además, es importante destacar que el plazo de gracia no es un derecho del deudor, sino una concesión del acreedor o de la autoridad judicial. No puede ser exigido, sino que debe ser otorgado. En el caso de que no se conceda un plazo de gracia, el deudor debe cumplir con sus obligaciones en el plazo originalmente establecido.
En el ámbito del derecho financiero, el plazo de gracia también tiene una relevancia significativa. En este caso, se refiere al período durante el cual el prestatario no está obligado a realizar pagos de capital en un préstamo. Durante este tiempo, el prestatario puede estar obligado a hacer pagos de intereses, pero no tiene que pagar el principal del préstamo. Este tipo de plazo de gracia es común en préstamos estudiantiles y en hipotecas.
El plazo de gracia también puede encontrarse en los contratos de seguro. En este contexto, se refiere al período de tiempo después de la fecha de vencimiento de una prima durante el cual el asegurado puede pagar la prima sin que la póliza sea cancelada. Este plazo de gracia permite al asegurado mantener la cobertura del seguro incluso si se retrasa en el pago de la prima.
En resumen, el plazo de gracia es una herramienta legal que puede ser utilizada en una variedad de contextos para proporcionar un alivio temporal a los deudores. Sin embargo, su uso debe ser considerado cuidadosamente, ya que puede tener implicaciones legales y financieras significativas.