Derecho a la libre circulación
Las personas tienen un derecho natural a desplazarse dentro de su propio territorio o país y también el de ir a otro país, aunque es un derecho que tiene varias limitaciones, que varían de acuerdo a los Estados. Fue uno de los primeros derechos reconocidos tras la Revolución francesa, perteneciendo por ello a los derechos de primera generación, y de acuerdo a su contenido, a los derechos civiles.
Si bien las personas son libres de elegir a adonde ir y adonde quedarse, existen personas a las que se les ha privado de este derecho por razones de seguridad propia y de terceros por haber cometido delitos y haber sido sentenciados a penas restrictivas de libertad. Para ser arrestado se necesita una orden escrita que parta de autoridad competente. Ante el arresto arbitrario existe una garantía denominada Habeas Corpus.
Con respecto al desplazamiento de un país a otro, no todos los países exigen los mismos requisitos, siendo en general más flexibles para permitir el ingreso con fines turísticos pero mucho más restrictivos a la hora de otorgar la permanencia.
Si bien la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 consagra este derecho de libertad de movimiento, por el cual cualquier ciudadano de un Estado puede viajar a otro y residir en él, respetando los derechos de los demás, no lo consagra como un derecho absoluto ya que los Estados en más o en menos ponen límites a este derecho especialmente a la hora de recibir inmigrantes. El pasaporte es una de las limitaciones que se imponen a los ciudadanos de otros Estados, con los que no se tiene tratado de libre circulación de personas, como sí lo hay por ejemplo entre los países del MERCOSUR y en la Unión Europea. En esta última, la libre circulación se ve amenazada por el terrorismo internacional.
Si bien los trabajadores migrantes y sus familias se hallan protegidos por la Convención Internacional de las Naciones Unidas del año 1990, el propio artículo 79 del texto legal resguarda el derecho de los Estados soberanos para establecer criterios para la admisión de trabajadores de otros países y sus familiares. Las restricciones son mucho mayores, cuanto menos calificación tenga el trabajador que solicite el ingreso.
Un tema conexo es el derecho de los refugiados y el derecho de asilo.
Argentina es un país que se caracteriza por sus fronteras abiertas. El artículo 14 de la Constitución Nacional establece para todos sus habitantes el derecho de entrar al territorio, permanecer y salir de él.
En Cuba el derecho de sus ciudadanos a viajar al exterior es muy limitado, aunque hubo una reforma migratoria en octubre de 2013, que amplía la autorización (que debe concederse por el Estado) a emigrar por 24 meses (antes era hasta 11 meses), Para retornar a Cuba si un nacional reside en el exterior se requiere un pasaporte habilitado.
